Hoy vengo con una alternativa diferente al tradicional ajo blanco Malagueño,este tipo de sopas o cremas que no necesitan cocción me encantan, px además de ser rápidas y fáciles de hacer están riquísimas y la remolacha le sienta de maravilla.
Son ideales para esta época del año que nos ayudan a convatir el calor cuando nos azota de esta manera, además se puede preparar con antelación.
Es un buen entrante para la comida que podemos tener listo con antelación. Es muy suave en boca y de sabor ligeramente dulce por lo que le va muy bien una guarnición de queso feta, queso azul o cualquier otro con un punto salado elevado.
✏️Ingredientes
200 gr de remolacha cocida
200 gr de almendras crudas
5 gr de azúcar
1 diente de ajo
45 ml de vinagre de vino
425 ml de agua
60 ml de aove(aceite de oliva virgen extra)
Queso feta(opcional)
🥣Preparación
En un robot de cocina o batidora eléctrica potente colocamos las almendras y las trituramos finamente. Si lo vemos necesario, agregamos un poco de agua para que las cuchillas de nuestro robot no sufran y la almendra quede lo más fina posible.
Pelamos el diente de ajo y retiramos el germen de su interior. Con esto conseguimos suavizar su sabor y que no repita, aunque esto va en gustos. Lo agregamos al vaso del robot junto con la remolacha cocida, el vinagre de vino tinto y el azúcar. Trituramos de nuevo hasta obtener una pasta homogénea.
A continuación agregamos el agua, primero la mitad y trituramos. Después el resto, poco a poco, y triturando en el proceso hasta que nuestra sopa fría tenga el espesor deseado. Puede que no la usemos toda o puede que usemos más de la cantidad especificada. Esto va en gustos.
Por último, sazonamos y agregamos el aceite de oliva virgen extra. Trituramos a máxima potencia durante cinco minutos. Aunque esto pueda sonar mucho tiempo, el propósito es emulsionar la sopa con el aceite y conseguir una textura cremosa y homogénea que distinga nuestra sopa fría de cualquier otra. Así que no lo reduzcáis.
Con tanto batido nuestro ajoblanco de remolacha habrá tomado temperatura, de modo que lo guardamos en la nevera para que se enfríe. Lo servimos bien frío, con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, unos dados de queso feta.
Receta de directo al paladar.
Que cosa más rica!y a mi que me encanta la remolacha...pues ni te cuento!. Un plato de 10👏👏👏👏!
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